Por Ricardo Bustos
En un peligroso acto de blanqueo económico, el flamante gobierno ha tomado la decisión de comenzar a normalizar una situación que ya no daba para mas.
En el país de los subsidios, donde la mayoría de los ciudadanos (ricos y pobres), comprábamos una garrafa de gas por $16 sabiendo que ese precio no representaba la realidad de su costo en planta de producción. los pasajes de tren y ómnibus utilizados por las clases mas necesitadas y los aviones por quienes mas posibilidades económicas tienen de acceder a su utilización, fueron emparejando y mal un sistema que vivió de la mentira e hipocresía durante muchos años.
La mentira representada por quienes cautivaron al pueblo al ofrecer con demagogia y populismo todos los subsidios con dinero del propio ciudadano y la hipocresía por parte de millones de ciudadanos pensantes que aún sabiendo lo que ocurriría mas tarde o temprano si no se aclaraba esta situación.
La lista de productos subsidiados es tan extensa que no alcanzaría una hoja para recordar, pero al menos podemos destacar casos como el «fútbol y automovilismo gratis para todos», pañales, preservativos, la pastilla del día después, ajuares para recién nacidos, dinero para que los chicos asistan a la Escuela, feriados inventados en el almanaque para vaciar de contenido el cerebro de los jóvenes quitando de la agenda algún motivo de pensamiento sensato en la sociedad para poder dominarla a su antojo.
La fiesta de los celulares de alta gama en manos de quienes cobran planes sociales, motos de alta cilindrada con cuotas que pagan con los dineros que perciben por un plan y no trabajan en ningún lado, festivales de rock por todos lados sin control alguno sobre la presencia de menores en esos lugares y el consiguiente peligro que representa para esa franja el consumo de sustancias extrañas acompañadas de bebidas alcohólicas.
Hoy en los medios hay mas publicidad de bebidas alcohólicas que de leche o galletitas y todo tiene una lógica si ese mensaje lo trasladamos a la calle.
Ahora quizá, lentamente irá desapareciendo el tan utilizado «divide y reinarás» porque al igualar las tarifas en el transporte público en todo el país, además de reconocer una injusticia, los ciudadanos porteños o del gran buenos Aires, se acaban de enterar que el interior de alguna manera viene padeciendo este problema hace mucho tiempo y en silencio.
Para muestra basta un botón y es bueno que se sepa la cantidad de dinero que debe desembolsar el ciudadano»de a pie» a diario por un pasaje en ómnibus cuando concurre a trabajar. En Córdoba $9.15, Rosario $6.30 (con SUBE) o $8.00 (con monedas), Santa Fe $5.60 (con SUBE) o $6.25 (con monedas) , Mendoza $6.00, San Miguel de Tucumán $6.95, Mar del Plata $5.86, La Plata $3.00, San Juan $6.75, San Salvador de Jujuy $5.50, Posadas $6.50 (con SUBE) o $9.28 (sin SUBE), San Fernando del Valle de Catamarca $5.00, Resistencia $4.50, Corrientes $4.75 (con SUBE) o $5.25 (con monedas), Comodoro Rivadavia $6.50, Salta $3.90 (en horas valle) o $4.25 (en horas pico), Ushuaia $8.60, Río Gallegos $14.00.
Para quienes vivimos en el interior del país, estos precios de la lista que se ha publicado, son mentirosos porque no todos habitamos en grandes ciudades. Como ejemplo puedo poner mi caso. Vivo a 12 kilómetros de un centro de compras mas o menos completo para las necesidades lógicas del ciudadano con buenos autoservicios y farmacias y para viajar en ómnibus, que espero sobre la banquina de la ruta, sin refugio, con lluvia o al rayo del sol, debo abonar $ 15 de ida y $ 15 de vuelta sin subsidio alguno.
La nafta premium hace mas de dos meses en el interior cuesta $18.98, es decir que si a este precio le sumamos el aumento del 6% ya pasamos los $20.00 el litro.
Ahora muchos se están dando cuenta, cuanto nos dolía el cuerpo a los argentinos del inmenso interior a la hora de tratar de ordenar nuestros presupuestos familiares con sueldos mucho mas bajos que en las ciudades «importantes» pero con los mismo problemas de salud, educación o virus incontrolables por todos lados con presupuestos acotados en los municipios mas pequeños.
En el interior cualquier pueblo tiene una sala de primeros auxilios, pero es eso, nada mas que primeros auxilios y ante un eventual problema grave lo único que se puede hacer es trasladar al paciente hacia los centros de atención complejos que, en la mayoría de los casos están a cientos de kilómetros porque ningún gobierno se ha preocupado en descentralizar el sistema de salud para evitar que colapsen los hospitales mas equipados.
Este y otros gobiernos, continúan con los mismos vicios políticos a la hora de tomar decisiones.
Lejos de la agenda están los jubilados que tienen que penar con $5,000 pesos mensuales y con esa miseria a veces pagan alquiler humilde y remedios, con el deterioro que produce la mala alimentación por el poco efectivo que les queda a la hora de comprar algún alimento.
Por último, por mas que le demos vuelta buscando alguna explicación coherente a todos los problemas que venimos padeciendo hace años, la lógica indica que si algo influye sobre nuestros padecimientos cotidianos, es el bajo salario que percibimos unos y otros porque la realidad nos muestra que si la canasta familiar está en $14,000 y lo que percibimos apenas supera los $10,000 la cuenta es clara… y no cierran los números.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556